A Legacy of Resilience: The Journey of Latino Homeownership in Texas

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From historic land grants to breaking modern barriers, Latino homeowners in Texas have shown resilience at every turn.

Where It All Began

The story of Latino homeownership in Texas traces back to the early settlers, where Hispanics were among the first to receive land grants from Spanish and Mexican governments in the 18th and early 19th centuries. However, when Texas became part of the United States, many Hispanic landowners faced legal battles and economic struggles that led to widespread property loss.

Fast-forward to the 20th century, where Latino communities, particularly Mexican Americans and other Latin American immigrants, encountered systemic barriers. Discriminatory practices like redlining and restrictive covenants, along with limited credit access, blocked many from achieving homeownership. Yet, the civil rights movements and post-World War II economic shifts opened the door, albeit gradually, for Latinos to carve out a place in the housing market.

The Present Picture

In 2021, Latino households held a 51% homeownership rate—significantly trailing behind their white non-Hispanic counterparts by 22 percentage points. Income plays a key role in narrowing this gap, but even for those earning $150,000 or more, there’s still a 10-percentage point difference between white and Latino households.

Despite the challenges, the aspiration to own a home remains strong in the Latino community. According to Fannie Mae, 74% of Latinos express the desire to own a home. This ambition aligns with projections from the Urban Institute, which expects Latinos to lead household growth in the coming decades, contributing over 8.5 million new households by 2030 and another 7.6 million by 2040. Moreover, language accessibility has become a growing factor, with 35% of Latino real estate professionals reporting that at least half of their buyer transactions are conducted entirely in Spanish.

Looking Ahead

In recent years, Fannie Mae has made strides toward equity in housing, rolling out innovative solutions to reduce the obstacles facing Black and Latino renters and homeowners. These efforts are not only about financial inclusion but about reshaping the housing finance ecosystem to create long-lasting change.

In Dallas, the Latino community is at the forefront of this movement. They are not just homeowners—they are social activists, political advocates, and community organizers, striving to make the city a better place for all. With each decade, their influence grows stronger, driving progress and fostering a future where the dream of homeownership is more accessible to every Latino household.

To dive deeper into these challenges and successes, check out Fannie Mae’s The Latino Housing Journey for a detailed exploration.


Un Legado de Resiliencia: La Trayectoria de los Latinos Propietarios de Viviendas en Texas

Desde concesiones de tierras históricas hasta romper barreras modernas, los propietarios latinos de viviendas en Texas han mostrado resiliencia en cada paso del camino.

Dónde Comenzó Todo

La historia de la propiedad de vivienda latina en Texas se remonta a los primeros pobladores, cuando los hispanos fueron de los primeros en recibir concesiones de tierras de los gobiernos español y mexicano en los siglos XVIII y principios del XIX. Sin embargo, cuando Texas se convirtió en parte de los Estados Unidos, muchos propietarios hispanos enfrentaron batallas legales y dificultades económicas que llevaron a la pérdida generalizada de propiedades.

Avanzando al siglo XX, las comunidades latinas, en particular los mexicoamericanos y otros inmigrantes latinoamericanos, encontraron barreras sistémicas. Prácticas discriminatorias como la exclusión residencial y los pactos restrictivos, junto con el acceso limitado al crédito, bloquearon a muchos de lograr ser propietarios de vivienda. Sin embargo, los movimientos de derechos civiles y los cambios económicos posteriores a la Segunda Guerra Mundial abrieron la puerta, aunque gradualmente, para que los latinos hicieran un lugar en el mercado de la vivienda.

El Imagen Actual

En 2021, los hogares latinos tenían una tasa de propiedad de vivienda del 51%, significativamente por detrás de sus contrapartes caucásico no hispanos por 22 puntos porcentuales. El ingreso desempeña un papel clave en reducir esta brecha, pero incluso para aquellos que ganan $150,000 o más, todavía existe una diferencia de 10 puntos porcentuales entre los hogares caucásico y latinos.

A pesar de los desafíos, el deseo de ser dueño de una casa sigue siendo fuerte en la comunidad latina. Según Fannie Mae, el 74% de los latinos expresa el deseo de tener una vivienda propia. Esta ambición coincide con las proyecciones del Urban Institute, que espera que los latinos lideren el crecimiento de hogares en las próximas décadas, contribuyendo con más de 8.5 millones de nuevos hogares para 2030 y otros 7.6 millones para 2040. Además, la accesibilidad lingüística se ha convertido en un factor creciente, con el 35% de los profesionales inmobiliarios latinos informando que al menos la mitad de sus transacciones con compradores se realizan completamente en español.

Mirando Adelante

En los últimos años, Fannie Mae ha hecho avances hacia la equidad en la vivienda, implementando soluciones innovadoras para reducir los obstáculos que enfrentan los inquilinos y propietarios afroamericanos y latinos. Estos esfuerzos no solo se centran en la inclusión financiera, sino en remodelar el ecosistema de financiamiento de viviendas para crear un cambio duradero.

En Dallas, la comunidad latina está a primer plano de este movimiento. No solo son propietarios; son activistas sociales, defensores políticos y organizadores comunitarios que luchan por hacer la ciudad un mejor lugar para todos. Con cada década, su influencia se fortalece, impulsando el progreso y fomentando un futuro donde el sueño de ser dueño de una casa sea más accesible para cada hogar latino.

Para profundizar en estos desafíos y logros, consulte The Latino Housing Journey de Fannie Mae para una exploración detallada.